Las pruebas, que realizó a varios voluntarios a la que les pidió que vieran diferentes videos mientras realizaba una resonancia magnética y medía su deseo, demostraron que la excitación sexual se acompañaba siempre de una intensa actividad en el Pars opercularis, una región del cerebro que posee abundantes neuronas espejo.
La conclusión fue que, cuando vemos una película pornográfica, las neuronas espejo nos inducen a creer que somos nosotros los que estamos protagonizando el acto sexual.
Tu placer es mi placer
Según estas investigaciones, las neuronas espejo también juegan un papel fundamental en los encuentros sexuales ya que el deseo y el placer compartidos generan respuestas espejo en el otro de forma que siente el placer de la pareja como suyo.
El papel de las neuronas espejo
Las neuronas espejo hacen posible la empatía, por la cual sentimos como propios los sentimientos de los demás, y que podamos identificar las acciones de nuestro prójimo, sus intenciones, sus sentimientos y sus emociones.
Además, también nos hacen aprender por observación e imitación. Un bebé, por ejemplo, ya reacciona instintivamente a los pocos días de vida y copia los gestos de la persona que le habla.
Las neuronas espejo forman una especie de mente grupal global que nos permite aprender de los demás con mayor facilidad, entendernos sin palabras, conocer los “deseos ocultos” de los demás y evolucionar o mantenernos como especie.
Hay algunos neurocientíficos, como V.S. Ramachandram, que sostienen que las neuronas espejo fueron claves en el desarrollo de las habilidades lingüísticas del ser humano y, por tanto, en su evolución
Primeras noticias de su existencia
Las neuronas espejo se descubrieron en 1996 al estudiar el cerebro de unos macacos. La investigación reveló que cuando un mono observa cómo un congénere coge algún objeto, como un cacahuete, se activa la misma neurona que cuando lo coge él mismo.
Fuente: La maleta roja, revista: noticias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario